Guía rápida para seguir el rastro del dinero
Stephen Ratcliffe, Senior Investigation Specialist, Basel Institute on Governance
También disponible en: English, Français, Português
Una
de las frases más conocidas, especialmente cuando hablamos de corrupción,
fraudes y crimen organizado, es: “¡Siga el rastro del dinero!”.
Pero,
¿qué es lo que quiere decir exactamente “seguir el rastro del dinero” en este
contexto? ¿Cómo lo podemos poner en práctica? Y ¿cuáles son las posibilidades
de hacerlo a nivel general?
Seguir el rastro de los delincuentes de alto perfil y sus
redes
En
pocas palabras, “seguir el rastro del dinero” significa investigar las
transacciones financieras y usarlas para extraer información o evidencia de un
delito, un sospechoso o una red criminal.
En
el caso de los delitos adquisitivos, incluidos el crimen organizado a gran
escala y la corrupción, hay activos de tamaño considerable en riesgo, y los
perpetradores básicamente están motivados por el dinero y establecen sus
conexiones en torno a este. Esto les brinda a los investigadores la oportunidad
de rastrear los flujos financieros ilícitos que circulan entre los delincuentes
de alto perfil y sus redes.
Esto
es de suma importancia si se quiere detener y judicializar a los autores
intelectuales del crimen organizado y la corrupción (y no solo a
delincuentes de bajo perfil que son atrapados en el acto), así como desmantelar
sus redes.
Las
transacciones financieras revelan vínculos entre los delincuentes y sus redes o
sus familiares. Los investigadores pueden usar esta información para ampliar su
investigación u obtener pruebas que se pueden usar en los tribunales. Unos
pocos extractos bancarios tienen el potencial de establecer conexiones y
asociaciones ilícitas simples, especialmente en los casos de soborno y
corrupción.
Pero
esto no solo es posible con los bancos: también se pueden utilizar las facturas
de servicios públicos, las tarjetas de fidelización de las tiendas, los recibos
y otros documentos de aseguradoras, para empezar.
Incautar y decomisar activos ilícitos
Cuando
los investigadores siguen el rastro del dinero, pueden descubrir los activos de
los delincuentes; por ejemplo, dinero en una cuenta bancaria o una billetera de
Bitcoin, una casa, un automóvil u otro fondo u objeto de valor. Es posible que
estos activos estén en poder de otra persona que actúa en representación
del delincuente.
Al
rastrear las transacciones financieras de un sospechoso, se puede descubrir
cómo se lava y gasta el producto del delito y dónde se encuentran los activos
derivados. Esta información se puede usar para obtener pruebas que a su
vez se pueden utilizar en los procesos de restitución civil que buscan
recuperar estos activos. A menudo, esto se puede llevar a cabo incluso si
no es posible imponer una condena penal.
Seguir el rastro del dinero no solo tiene que ver con el
dinero
Los investigadores rigurosos no se limitan a
las fuentes obvias de transacciones financieras, como cuentas bancarias y
cuentas de tarjetas de crédito.
A
veces, se trata de seguir pistas físicas. La sospechosa tiene una antena
parabólica o un servicio de Internet: ¿cómo paga su suscripción a televisión
satelital? La mayoría de estas empresas no aceptan pagos en
efectivo. Se puede obtener una orden del tribunal para solicitar la
respuesta del proveedor de señal satelital, y esto puede revelar nuevas
posibilidades para investigar las finanzas de la sospechosa.
Otra
señal de alerta son las inconsistencias en las transacciones. ¿Por qué un
sospechoso dejó de utilizar su tarjeta de crédito de repente por tres meses?
¿Usó dinero en efectivo para hacer sus compras regulares? Y, de ser así, ¿de
dónde proviene?
Oportunidades y desafíos
Un
beneficio de utilizar transacciones financieras para investigar delitos y
rastrear activos ilícitos es que la evidencia es difícil de destruir. Se puede
acceder a cuentas bancarias, transacciones de Bitcoin y otros registros
financieros años después de que se haya cometido un delito, y los
investigadores pueden hacer su trabajo mucho después de que la evidencia física
haya desaparecido. También hay registros que se crean en el desarrollo de las
actividades comerciales, y es probable que un tribunal los acepte como prueba.
Por
otro lado, las investigaciones financieras rigurosas requieren tiempo y dinero,
por lo que los investigadores enfrentan el riesgo de que los activos
desaparezcan antes de que tengan pruebas suficientes para solicitar su
incautación. Esto es incluso más probable que ocurra en casos de
corrupción en sentido amplio, como fondos que se mueven a través de
empresas offshore, cuyo objetivo principal podría ser alejar y
ocultar los detalles del beneficiario final de la empresa.
Las
investigaciones de lavado de activos tardan aún más cuando requieren de
cooperación internacional, que es lo que casi siempre ocurre en casos de
corrupción en sentido amplio y crimen organizado grave. Obtener información del
extranjero requiere de gran persistencia y trámites por algunas de las razones
descritas en esta guía rápida sobre cooperación internacional.
Esa
es una de las razones por las que el Grupo de Acción Financiera (GAFI),
organismo de control mundial del lavado de activos, ahora se centra no solo en
que los países tengan herramientas para cooperar en las solicitudes
relacionadas con el lavado de activos, sino que estas sean eficaces. Algunos países
tienen cero en puntuación de eficacia. Muchos otros tienen puntuaciones
bajas, lo que los hace descender en la
clasificación de riesgos de lavado de activos del Basel AML Index.
Sin
embargo, el aspecto internacional presenta una oportunidad. Los rastros del
dinero, o los flujos financieros ilícitos, atraviesan el mundo, lo que
significa que se pueden seguir desde cualquier punto. Si un delincuente del
país A esconde dinero en el país B, las autoridades de ambos países
(teóricamente) tienen la posibilidad de descubrir suficiente información
financiera que permita llevarlo ante la justicia y recuperar sus activos.
De
hecho, la actividad que se realiza en el país B después de que llega el dinero,
como comprar una propiedad o constituir una empresa ficticia con cuentas
bancarias asociadas para mover el dinero, podría ser en sí misma un delito de
lavado de activos en ese país.
Esto
ocurre con mucha frecuencia. Es por eso que las directrices internacionales recomiendan
que los países que reciben consultas de los organismos de aplicación de la ley
en el extranjero relacionadas con lavado de activos y corrupción consideren
realizar su propia investigación nacional de forma independiente.
Conceptos creativos relacionados con el seguimiento del
rastro del dinero
La
mayoría de los usos de la frase “seguir el rastro del dinero” se refieren al
tipo de investigaciones penales y civiles descritas anteriormente. Pero el
seguimiento de los flujos financieros tiene usos mucho más amplios en la lucha
contra el crimen.
Seguir
los flujos de dinero en tiempo real, por ejemplo, mediante la supervisión
automática o manual de transacciones bancarias en tiempo real para detectar
señales de alerta específicas, puede ayudar a detectar delitos a medida que
ocurren. Esto podría ser invaluable, por ejemplo, en casos de la creación de un mapa de formación y funcionamiento de
redes criminales.
Por
último, el big data (otra gran palabra de moda) de las
transacciones financieras nos puede ayudar a comprender las tendencias de
lavado de activos a nivel general y definir las políticas según el caso. Pero
hablaremos de ese tema en otra ocasión.
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