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    • Guía rápida sobre inteligencia de fuente abierta

      Manuel Medina, Analista de inteligencia, Basel Institute on Governance
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      Las iniciativas de lucha contra la corrupción, transparencia y libertad de información de las últimas décadas han aumentado significativamente el valor de la inteligencia de fuente abierta para los sectores público y privado.

      En esta guía rápida, Manuel Medina, analista de inteligencia, explica qué es la inteligencia de fuente abierta y analiza algunas de las preguntas difíciles que surgen al respecto.

      Cómo encaja la inteligencia de fuente abierta en el ciclo de inteligencia

      La inteligencia de fuente abierta u OSINT por su acrónimo en inglés, como se conoce en la comunidad de inteligencia, es la recolección, procesamiento y análisis sistemático de información de acceso abierto. Se refiere a información disponible para el público en general sin restricciones, como artículos de medios de comunicación, informes de investigación o registros corporativos en un registro mercantil público.

      Como expliqué en mi anterior guía rápida sobre inteligencia, es útil pensar en la inteligencia como un proceso en lugar de considerarla un objeto estático. El resultado de este proceso puede ser un producto estratégico u operacional. En ambos casos, su objetivo es que los tomadores de decisiones comprendan un tema o una amenaza específica y decidan cómo actuar para conseguir metas específicas. Si la inteligencia es un proceso, la información de fuente abierta es uno de los posibles insumos para ese proceso.

      Por sí sola, la información de fuente abierta puede ser una herramienta poderosa para respaldar la toma de decisiones basadas en la evidencia. Sin embargo, dependiendo del contexto y las necesidades, los analistas también pueden combinar información confidencial y de fuente abierta en el ciclo de inteligencia.

      Por ejemplo, un informante o denunciante puede denunciar de forma anónima que una persona en particular tiene intereses comerciales sospechosos y ocultos. Se puede utilizar información de fuente abierta de registros de compañías, sitios web y artículos de medios de comunicación para intentar corroborar esa denuncia.

      ¿Puede la inteligencia de fuente abierta respaldar la aplicación de la ley?

      Sí, y de hecho es esencial para hacerlo. En muchos países, los informes públicos de los medios de comunicación, especialmente de periodistas de investigación, pueden servir para iniciar investigaciones sobre presuntos delitos financieros. En algunos casos, las personas quedan al descubierto debido a información que publican en sus redes sociales. Este es el caso de la familia Ambuila en Colombia, cuya hija publicó en línea fotos suyas con artículos de lujo y un Lamborghini.

      Y como lo describe mi colega, Tom Walugembe, el primer caso de lavado de activos en Uganda comenzó gracias a un video que circulaba por WhatsApp y que mostraba a los delincuentes posando junto a fajos de dólares en su departamento. Eso no fue muy inteligente.

      ¿Cuál es el origen de la inteligencia de fuente abierta?

      Solemos asociar el término “fuente abierta” con la información digital, pero también puede ser física. Antes, los analistas e investigadores iban a las bibliotecas y oficinas gubernamentales para consultar los registros y artículos públicos. ¿Se ha dado cuenta de que en las películas la policía hojea montones de periódicos viejos en archivos llenos de polvo?

      Hoy en día, mucha de esta información está disponible en Internet, y los analistas pasan más tiempo trabajando desde sus escritorios. A pesar de eso, en el mundo aún hay mucha información de fuente abierta en formato físico, especialmente en países con sistemas de tecnología de la información (TI) menos desarrollados.

      Tenga en cuenta que disponible sin restricciones no significa que sea gratis. Por ejemplo, en muchos casos, hay que pagar para acceder a revistas y artículos de medios de comunicación. Pagar por la información disponible sin restricciones es una cuestión un tanto ambigua y, sinceramente, es un dolor de cabeza para los equipos de inteligencia que no cuentan con muchos recursos.

      Pero, generalmente clasificamos estos datos como de fuente abierta, siempre y cuando el costo no sea tan alto al punto de ser inasequible y no existan otras restricciones para que las personas puedan acceder a la información.

      El valor de la inteligencia de fuente abierta para los sectores público y privado

      La inteligencia de fuente abierta es sumamente valiosa para la aplicación de la ley. Genera pistas, corrobora información recibida de otras fuentes y respalda pruebas utilizadas en los procesos judiciales.

      También es increíblemente útil para que las compañías y las instituciones financieras realicen valoraciones del riesgo y debida diligencia sobre clientes, empleados y terceros. Las fuentes abiertas se pueden utilizar para identificar fraudes o redes de falsificación, o para investigar las declaraciones de un denunciante. Por lo general, la inteligencia empresarial estratégica también está basada en datos de mercado de fuente abierta.

      ¿La información es poder? Ya no.

      La rápida expansión del Internet y las herramientas de búsqueda durante las últimas décadas ha permitido que el público tenga acceso a una gran cantidad de información. Basta dar unos pocos clics para consultar archivos de periódicos de años atrás, registros de fallos judiciales o bases de datos descargables de estadísticas y mediciones.

      Pero, paradójicamente, tener acceso rápido y fácil a grandes cantidades de datos significa que el viejo dicho de “el conocimiento es poder” ya no es tan cierto.

      En primer lugar está el problema de las noticias falsas; es decir, artículos deliberadamente engañosos o publicaciones en redes sociales que carecen de fundamentos reales. Las noticias falsas que se vuelven virales sirven para echarle más leña a argumentos falaces. Los analistas deben realizar procedimientos exhaustivos para verificar que la información de fuente abierta sea confiable, tanto al momento de recolectarla como en las etapas de integración y procesamiento.

      En segundo lugar, demasiada información puede “infoxicarnos” fácilmente y entorpecer el proceso de adopción de decisiones. El poder consiste en ser capaz de recopilar datos relevantes y extraer patrones útiles, no solo en recopilar información.

      Cómo combatir la “infoxicación”

      La lucha contra la “infoxicación” es un asunto serio. Si usted es de los que invierte horas en internet perdido en pozos de información sin fondo mientras investiga un tema, no es el único. Existen herramientas valiosas que ayudan a agilizar el proceso de búsqueda, extraer información relevante y atar cabos.

      Nuestra herramienta Basel Open Intelligence está diseñada justamente para eso. Realiza búsquedas automáticas con un solo clic del nombre de una persona u organización, combinado con más de 200 palabras clave sobre delitos financieros, procesos judiciales, otros delitos y listas de palabras clave personalizadas. También rastrea la deep web, seleccionando cualquier referencia en listas de sanciones y personas políticamente expuestas.

      Convenientemente, puede hacer búsquedas de varios alias y diferentes variaciones de nombres al mismo tiempo. Es sorprendente y frustrante a la vez ver la cantidad de variaciones y transliteraciones de nombres que existen, especialmente en idiomas con diferentes alfabetos o estructuras de nombres complicadas. Algunas personas usan alias para ocultar sus identidades reales.

      El algoritmo utiliza tecnología de lenguaje natural para extraer entidades y mostrar personas, empresas, ubicaciones y puestos profesionales relacionados. Los documentos encontrados en la búsqueda se enumeran junto con el texto principal extraído del sitio web, y se excluye el contenido irrelevante como publicidad, menús o avisos de cookies. Las palabras clave están resaltadas para facilitar la lectura. El usuario puede filtrar y clasificar rápidamente los documentos según su relevancia.

      Todo esto ahorra una gran cantidad de tiempo y permite que los usuarios recopilen solo la información que necesitan.

      Información de fuente abierta más traducción automática: ¿problema resuelto?

      Basel Open Intelligence también está diseñada para superar otros desafíos prácticos que enfrentan los investigadores, analistas y funcionarios de cumplimiento que realizan procesos de verificación de antecedentes o debida diligencia utilizando fuentes abiertas.

      El idioma es uno de los desafíos más grandes. Hasta hace poco, el problema ha sido la barrera idiomática; es decir, los analistas no entienden la información porque no dominan otros idiomas. La traducción lleva tiempo y es costosa, especialmente si no sabe si la fuente es relevante o no.

      Herramientas de traducción automática como DeepL y Google Translate permiten que sea más fácil y económico comprender información de fuente abierta en otros idiomas. Pero eso genera un problema nuevo: los motores de búsqueda regulares buscan principalmente resultados en el idioma del usuario. Como resultado, es probable que los analistas que confían en los motores de búsqueda regulares ni siquiera encuentren información en otros idiomas que puede ser importante, y mucho menos tengan la oportunidad de analizarla.

      Para solucionar este problema, Basel Open Intelligence realiza búsquedas en varios idiomas. Además, les ofrece a los usuarios la opción de traducir automáticamente artículos a su idioma para facilitar el análisis.

      Una pequeña recomendación

      Cuando se trata de inteligencia de fuente abierta, la finalidad de las herramientas es ayudar a los seres humanos, y no reemplazarlos. Tomemos como ejemplo el idioma: las búsquedas en varios idiomas y la traducción automática son muy valiosas, pero no reemplazan la comprensión humana del contexto y las connotaciones culturales o políticas. Palabras como “paramilitar” o incluso “corrupción” pueden tener significados muy diferentes en el contexto de Colombia, Irlanda o China.

      Además, los seres humanos tienen una idea más clara de la información que falta, y no solo de la información que pueden encontrar utilizando fuentes abiertas. Por ejemplo, a pesar de que se puede acceder a muchos registros en línea de compañías o beneficiarios finales, otros no son transparentes.

      Sobre todo, la información de fuente abierta es una fuerza poderosa, pero es necesario controlarla. La capacidad de extraer información relevante de grandes cantidades de información disponible sin restricciones en Internet y en otros lugares, y convertirla en algo útil… eso es poder. De eso se trata la inteligencia.

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